domingo, 26 de septiembre de 2010

EL ANILLO DE ORO: VLADIMIR SUZDAL

IGLESIA DEL SIGLO XII CONSTRUIDA 
POR ANDREI BOGOLIUBSKI

FRESCOS DE LAS IGLESIAS VARIOS 
PINTADOS POR ANDREI RUBLIOV

SABADO 25 Y DOMINGO 26
Nos levantamos a las 6 para tomar a las 8 un Micro a Vladímir y Suzdal. Ciudades del llamado Anillo de Oro de Moscu. Para salir de Moscú  tuvimos que atravesar un terrible embotellamiento, que dicen que es habitual. Fuimos por una avenida de circunvalación que es como la Gral Paz, un poco más ancha, pero con semáforos… Para hacer 200 km tardamos 5 horas… (no creo ahora que nuestros embotellamientos en los accesos a Baires sean peor que esto…)

Así como Piter es una ciudad política, industrial y con un gran desarrollo cultural, éstas son pequeñas ciudades básicamente religiosas y comerciales. En la actualidad poseen industria. Fundadas entre los años 990 y 1250 fueron sucesivamente capital de Rusia antes que Moscu y Piter.
Recorrimos varias iglesias y catedrales de los siglos XII al XVII, en algunas de ellas se estaba dando misa, y vimos como la gente vuelve a acercarse a las iglesias. Despues de 70 años de socialismo la gente repone los simbolos del imperio ruso que los oprimio y llevo a la miseria, uno de los cuales es la iglesia ortodoxa. 
INTERIOR DE UNA IGLESIA
Hicimos noche en un hotel en Suzdal, en donde dormir algo fue complicado porque todos nuestros vecinos rusos aprovechan el finde para intentar saciar su sed de vodka, y en pedo total gritan y discuten por los pasillos.  
Es muy interesante ver en el trayecto las casas de madera antiguas, de las aldeas que han quedado intactas, como hace más de un siglo atrás, en medio de los bosques de abedules y abetos, con los colores característicos del otoño.
IGLESIA DE VLADIMIR
La vuelta fue semejante a la ida… 5 horas para hacer casi a paso de hombre los 200 km. Llegamos a las 21 hs aburridos del atasco en la autopista con semáforos, un domingo en donde todo el mundo regresa de sus casas de campo, las famosas “dachas”.
LAS IGLESIAS ANTIGUAS TIENEN PINTADOS 
FRESCOS HASTA EN LOS TECHOS