MIERCOLES 15-09
Hasta Paris el vuelo fue tranqui. En Paris tuvimos que tomar un colectivo de un aeropuerto al otro que nos parecio el más caro del mundo. Y como debía ser los únicos que nos hicieron historia con el desodorante, el dentífrico, y otras cosas fueron los franceses que nos revisaron hasta el alma.
Hasta Paris el vuelo fue tranqui. En Paris tuvimos que tomar un colectivo de un aeropuerto al otro que nos parecio el más caro del mundo. Y como debía ser los únicos que nos hicieron historia con el desodorante, el dentífrico, y otras cosas fueron los franceses que nos revisaron hasta el alma.
Pero con paciencia y con onda, logramos subir al avion de Air Baltic a San Petersburgo via Riga. Un detalle de las compañias baratas, son eso, baratas y eficientes, pero si estornudas, te cobran hasta el pañuelo. En Riga ya respirábamos aires rusos, con toda la euforia fuimos a embarcar para el ultimo tramo pero el control de embarque nos paro por falta de visa rusa. No podia creer que dos “argentos sudacas” no necesitamos visa para rusia. Y embarcamos y como en la película, no estaba el piloto.
Carajo!!! Donde esta el piloto!!!
Llegamos con casi una hora de atraso, (por suerte nos pidieron disculpas por ello, dos veces).
Fin del vuelo
