miércoles, 6 de octubre de 2010

TRANSIBERIANO - TREN 362

Domingo 3
A las 6, si a las 6 nos despertamos en Ulan Udé, la ultima ciudad importante antes de la frontera. Es de no creer que en medio de Siberia haya una ciudad de unos 500.000 habitantes con edificios altos y a esta hora de un domingo, un transito intenso, que veíamos parados en las barreras…
Paso la ciudad, ahora una sucesión de aldeas pequeñas, a lo largo del río Selenge, como si fuera una película de antes. El pescador muere por bajarse del tren … imagina truchas y salmones en cada charco.
NAUSHKI, FRONTERA CON MONGOLIA
Seguimos adelante como debe ser parando en cada estación y así tranqui llegamos a Naushky, la frontera rusa con Mongolia.
Eran mas o menos las 13,30, nos dieron permiso para bajar del tren hasta las 16, maravilloso, en una estación ferroviaria de Siberia sin nada para hacer. En esos casos que se hace, se come. Fuimos a una feria local (cuatro puestitos) donde compramos pan, una cerveza y un pescado ahumado, de esos que me imaginaba que estaban en el río, un salmónido de nombre raro que lo guardamos para la cena, facturas y unos budincitos para el desayuno y luego de una operación comando que nos mantuvo al acecho un rato nos apoderamos del único banco con respaldo de la plaza de la estación.
NAUSHKI

Se hicieron las 4 y teníamos que volver al tren para el control de pasaportes. Tren …que tren? Había solo dos vagones perdidos en el anden, subimos y vinieron los rusos malos de las películas y se llevaron los pasaportes, paso una hora, nos movíamos de un lado para otro, porque armaban el nuevo tren con nosotros adentro y sin poder bajar, con los baños del tren clausurados y ahora no teníamos pasaportes ni permiso para bajar del tren y viniendo de Rusia, estando en Rusia y en el medio de Siberia. Loco bien loco, como a las 2 horas dieron 5 minutos de premiso para ir al baño de la estación y arriba otra vez. Otra hora de encierro y volvieron los pasaportes, requisa de camarotes y permiso para bajar, ahora con la feria cerrada, paso un rato y llego el un tren de algún lado que anexaron al nuestro y siii…. salimos. Júbilo general.
Unos 20 minutos de marcha por una vía alambrada a ambos costados y cruzamos la frontera con Mongolia y bingo otra vez: control de pasaportes y camarotes, prohibición de bajar del tren con los baños cerrados, ahora sin permiso para ir al baño de la estación por otras 3 horas. Un lujo.
Volvió el mismo circo, pasaportes requisa de camarotes caras de culo y al fin cuando ya nadie bancaba nada mas salimos. . Todo esto con 22 grados de temperatura, sin una gota de aire y sin ventilación en el vagon… y nosotros que nos compramos ropa para 22 bajo cero…
ESTACION DE FRONTERA

Este es el tren 362. Habíamos leído historias del tren, pero vivirlo es otra cosa. Este tren es local, corre de Irkustsk a Ulan Bataar diariamente y es la manera de aprovechar un día más en el lago Baikal y ahorrar una noche de hotel, por eso es el más buscado. A los turistas tratan de ponerlos juntos en el mismo vagón y de ahí nacen las historias.
La nuestra debe estar entre las mejores, nuestras azafatas del tren no eran dos señoras gordas, malhumoradas y con bigote ex KGB, sino unas rusas bárbaras de 45 abriles que le pusieron la mejor onda al viaje y siempre con una sonrisa, no importó nunca la hora, solucionaban los pedidos de personas a las que no entendían o por lo menos no mucho. Hay que darles la derecha, Vera y Elvira, dos diosas. Esto sumado a nuestros compañeros de viaje, con quienes bromeamos y pasamos el mal rato juntos.
PANORAMA DURANTE CASI TODO EL VIAJE
Realmente fue un día de tren para contar. Otro tema es el clima. Por ahora pensabamos que veníamos al otoño de la estepa siberiana y los fríos del desierto de Gobi. Nunca hizo menos de 20 grados, temperatura casi ideal pero nosotros sin una musculosa, lo mas liviano un micro polar. Estamos gastando fortunas en desodorante, pero es parte de la aventura para que la leyenda continúe.
OTRA ESTACION