sábado, 16 de octubre de 2010

LLEGADA A BEIJING Y SALIDA A SHANGHAI

VIERNES 8
Nos despertamos y nos sorprendió el paisaje chino: campos sembrados con maíz, gente trabajando en rutas, en la construcción de una central hidroeléctrica, en ferrocarril, en los pueblos, a pesar de ser las 7 de la mañana, vimos chicos en una escuela. Y se ve actividad, aún en este lugar tan alejado de las ciudades. Paramos en Da Tong en donde vimos decenas de torres de departamentos en construcción y decenas ya terminadas, sumado a la actividad que se ve fuera de la ciudad muestra desarrollo.
Dejamos Da Tong con la expectativa de ver más tarde la Gran Muralla.
Cruzamos rumbo a Beijing, campos interminables sembrados con maíz y se me planteó una pregunta, por que siendo el maíz una especie americana es plantada por los chinos en forma intensiva y no plantan soja que es una especie originaria. Nosotros a la inversa plantamos soja, que es oriental, para venderles a ellos y reducimos las plantaciones de maíz …hay algo que no cierra.
Y sin solución de continuidad pasan los campos sembrados, las ciudades, las fábricas (de varias cuadras de largo) y otra vez ya a poco de llegar a Beijing una central hidroeléctrica en construcción, aprovechando un río en un valle, arriba del cual van las vías del tren. Estamos en una zona montañosa alta, y atravesamos túneles a cada rato de más de 400 metros de longitud.
La entrada en Beijing es como todo lo que se veía, grandiosa, edificios de departamentos iguales en un valle rodeado de montañas.
ESTACION CENTRAL BEIJING

Llegamos a la estación central y comenzó el asombro. Miles de chinos. La cantidad de gente que se mueve es increíble, pero la terminal de tren es inmensa, más de 30 andenes conectados por un pasaje ancho muy ancho de piso reluciente y de una limpieza que no tiene nada que ver con la imagen que traíamos del barrio chino de Belgrano.
La salida nos hizo sentir haber llegado a China, el hecho de pisar la vereda es otra cosa, seguimos la flecha y fuimos a la fila del taxi digamos unos 200 metros de cola, acostumbrados ya a esperar y con cara de resignación, nos pusimos al final como corresponde.
COLA PARA EL TAXI EN LA ESTACION CENTRAL
Pero si chinos hay muchos, taxis también y en menos de lo que esperábamos le mostramos el papelito al tachero. Ahora teníamos que develar otro misterio, ver si lo que habíamos arreglado por Internet funcionaba. Llegamos a un bolichito, tipo kiosco, igual al de la foto que teníamos y si!!! Estaban los pasajes de tren. La cosa empezó a funcionar.
Salimos, pasajes en mano al segundo desafío, llegar a la oficina de Aeroflot para confirmar el vuelo de regreso. Cuando preguntamos nos señalaron como que las oficinas estaban cruzando la calle, así que a patón, bien cargados y con 27 grados, arropaditos para un otoño que no aparece nunca cruzamos y…. nada. Preguntamos a una señora que hablaba solo chino y con una paciencia que aun agradecemos, con gestos nos explicó que debíamos caminar un par de cuadras y seguimos y nada. Volvimos a preguntar y nos señalaron la esquina donde se veía un hotel de un firmamento de estrellas, preguntamos y nos dijeron a la vuelta, dimos la vuelta y nos indicaron a la vuelta, nos acordamos de una anécdota que contó un compañero de la facu, que lo tuvieron a media cuadras del hotel sin poder decirle donde estaba. La cuestión es que la oficina estaba a la vuelta pero para el otro lado.
Terminamos el trámite y dos a cero arriba. Para festejar fuimos a un Starbucks con wifi y cuando quisimos conectarnos no way, preguntamos y nos dijeron que había que logearse con un número de teléfono. En un derroche de amabilidad la camarera sacó su celu y con su número nos hizo la conexión.
Solo media hora y oh!! Sorpresa no podemos abrir el blog. Se ve que la pelea con Google está a full así que café encima salimos ahora a intentar llegar a la estación sur a tomar el tren para Shanghai.
Preguntamos y nos indicaron el subte, cargados como caracoles y con la tranquilidad que da tener tiempo como para equivocarse, nos animamos al metro de Beijing.
7,8,9, Out… Si lo de Moscú es impresionante esto es el futuro. Andenes súper, modernos trenes que parecen naves espaciales, carteles luminosos con led, indicando el avance del tren por el mapita, con una voz que en inglés y chino indica las estaciones, las combinaciones, te recuerda de no olvidar tus efectos personales, te avisa de la próxima estación… todo esto además con aire acondicionado. Literalmente un lujo oriental.
SALA DE ESPERA ESTACION SUR - DE BEIJING A SHANGHAI...
SALA DE ESPERA
Llegamos a la estación sur de donde sale el tren rápido a Shangai dos horas antes. La estación sur es otro lujo, nueva en diseño y con un salón central de unos 400 metros de largo y mas de 100 metros de ancho, cerrada por un techo a mas de 30 metro de altura. Dentro de la estación sillones tipo Chippendale tapizados color mostaza, con una mesa ratona cada 6 sillones, otro sector con sillones con apoyabrazos tapizados en la misma tela en la sala de espera. Al igual que en la estación central, todo súper limpio y pese a la cantidad de gente que se mueve nadie pone los pies en los sillones, ni ensucia, es decir otro planeta.
TROMPA DEL TREN RAPIDO

ANDEN DE LA ESTACION
A la hora señalada fuimos al tren, otra vez el futuro a full, todo impecable.
Seguimos con suerte porque nos toco compartir el camarote con una estudiante de sistemas y un recién egresado que iba a Shanghai para su primer trabajo, gente muy agradable y con manejo de inglés, un poco de sociales y a dormir hasta Shanghai.
ANDEN DE LA ESTACION

CAMAROTE DEL TREN