JUEVES 7-10
A las 6,30, firme como soldadito de plomo, estaba Saruul esperándonos, en 10 minutos llegamos a la estación.
Aquí queremos contar una perla de Ulan Baatar. El tránsito. Creíamos que el tránsito en La Paz, Bolivia, era lo más complicado que habíamos visto pero no, Ulan tiene lo suyo. Nadie se enoja ni protesta cuando alguien retoma en U deteniendo las dos manos, mete carrocería para cambiar de carril, cruza de guapo una avenida de cuatro manos parando todo el tránsito, eso es normal, pero como nadie corre, no chocan y el budismo les da esa calma para bancar unos nudos de autos que no se pueden imaginar si no se viven.
Es normal que una viejita conduciendo una súper Land Cruiser pare el tránsito en la avenida al retomar o cruzar, para lo que tiene que hacer mas de 4 maniobras para girar, nadie se molesta ni grita, solo que después de varios minutos de parate, puede sonar alguna bocina.
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ESTACION DE ULAN BAATAR |
En la estación nos encontramos con nuestros compañeros del tren 362, más algunos otros que conocimos en estos días, saludos y todo eso y subimos al vagón 7, que era el nuestro. Este tren tenía la opción de comprar primera y cuando compramos los pasajes por Internet, hace más de un mes, la habíamos tomado.
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EL ANDEN AL AMANECER |
Esperando la salida, nos relacionamos con nuestros nuevos compañeros de viaje. En estos trenes se cruzan historias, se conoce gente de muchos países y se tejen relaciones de viaje que surgen espontáneamente y que en otras situaciones no se producirían.
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PAISAJE AL SALIR DE ULAN BAATAR |
El tren es un emprendimiento Mongol-Chino. Por fuera igual al otro, pero al subir empezaron las diferencias, los camarotes en este tren, que si tiene primera, son dobles, con baño compartido, las azafatas además de bien dispuestas, limpian el tren después de cada estación, con aspiradora y todo y hay salón comedor. Solo que hablan solo mongol….
Al mediodía fuimos al vagón comedor. Había que esperar y delante nuestro estaban 2 personas, una de ellas era un chino que tenía un salame en la mano y hablaba en ingles con un grandote desaliñado con pinta de tano. Típico de nosotros, al toque le propuse, como broma al chino hacer un picnic en el pasillo mientras esperábamos mesa.
El grandote se prendió en la broma y le dije si el chino pone el salame nosotros ponemos el pan y ahí sorpresa, el señor desaliñado, que resultó norteamericano y profesor en una universidad china puso los ojos como el dos de oro y nos dijo: ¡tienen pan!
El hecho es que en china no se come pan, tienen arroz y cuando trajimos a la mesa, que ocupamos juntos, en medio de la charla, el pan negro ruso, que traíamos desde Irkutsk, casi se le pianta un lagrimón, diría que hasta le daba lastima cortarlo. Lo que pasa es que en china no se hace ni se come pan y ese pan negro que teníamos para este buen hombre era un tesoro.
Contó de su vida en china. Vive en una ciudad mediana, de 6 millones de habitantes, (pensar que todo Mongolia tiene 2.8 millones), en el noreste del país. Nos contó cómo lo contrataron, que es profesor universitario, en un profesorado de inglés, biología y química y lo bien que vive con las limitaciones del caso. Ejemplo: En un clase en la que estaba enseñando como pronunciar los nombres de diversos países nombró a Taiwán como un país, al final de la clase lo citaron para pedirle explicaciones y advertirle que de repetirse un hecho similar, su contrato podría ser cancelado, disculpas de por medio las cosas se arreglaron.
Contó de cómo tardaron los chinos en aceptarlo y más lo que tardaron los padres de su novia china en aceptar su persona y la relación, ya que China tiene aún grabado como fueron explotados por los ingleses franceses y otros.
Durante el almuerzo donde tratamos de aprovechar el hecho de tener un interlocutor que nos tirara alguna línea, nos contó que China tiene como definición de su gobierno un socialismo científico, lo que es un buen nombre para un excesivo control estatal, que de acuerdo a lo que contaba este señor no alcanza para todos, por lo menos por ahora. De todas maneras y con sus limitaciones, él está muy contento con su trabajo y su vida acá. Y quiere mucho y defiende a los chinos.
El chino contó, en su inglés incipiente que es un funcionario estatal, que trabaja en algún ministerio, en recursos humanos, y su especialidad son las bibliotecas. China, nos dijo el chino, es un país muy seguro… (seguro que no entendes nada, seguro que hay millones de chinos). Pero el hecho es que nos dijo que podíamos movernos con toda tranquilidad, que la gente tiene muy buena actitud hacia los extranjeros.
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TREN 024 - CAMBIO DE RUEDAS |
Nuestros vecinos de camarote son una pareja que trabajan de auxiliares de a bordo en la aerolínea Emiratos, vamos con la mezcla!!! él es serbio, ella sueca, hija de brasileros, y viven en Dubai y pasean por China, en sus 15 días de vacaciones.
Y así charlando con unos y chusmeando con otros llegamos a la frontera mongola. Soldados con caras de pocos amigos, control de pasaportes, lo de siempre, 2 horas parados sin baño, sin poder bajar, en medio de maniobras… ya un clásico.
Unos 15 minutos más de viaje y llegamos a la frontera china, Erlian. Primera sorpresa: los guardas de la estación estaban parados en el andén en posición de firmes y haciendo la venia al tren.
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TREN 024 - CAMBIO DE RUEDAS |
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TREN 024 - CAMBIO DE RUEDAS |
Hombres y mujeres. Hecho que se repitió en cada una de las siguientes estaciones, aun en las que el tren no se detuvo. Otra vez el mismo control de pasaportes y se llevaron el tren cerrado y con todos nosotros adentro a unos los talleres enooormes (a unos 200 metros de la estación), en donde separaron todos los vagones de a uno, repartidos en muchos andenes, y con unos gatos eléctricos levantaron cada vagón unos 2 metros del piso. De repente las ruedas, unas empujando a las siguientes, hicieron un trencito por debajo de los vagones y se fueron…. Estábamos en el aire… súbitamente, abra cadabra, otro trencito de ruedas apareció por debajo de los vagones y los empleados las fueron acomodando debajo de cada vagón suspendido. Bajaron los vagones y nos bajaron. El hecho es que Rusia es un país que tiene una trocha diferente al resto del mundo, es 5 cm más angosta, por eso el cambio.
Volvimos a la estación, nos devolvieron los pasaportes, después de semblantearnos bien a cada uno y pudimos bajar a estirar un poco las patas.
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ESTACION DE "PUEBLITO" EN CHINA |
La primera impresión que tuvimos de la ciudad fronteriza china es que es muy grande. Edificios altos, carteles de neón, avenidas anchas. No vimos gente porque era medianoche. Un gran contraste con Mongolia. Todo esto duró unas 4 horas y finalmente salimos